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La evolución de Liverpool

Cómo mantenerte vigente - 175 años después

René Lankenau

En octubre de 2018, Sears quebró. De tener más de 3 mil 500 tiendas y ventas de $43 mil millones de dólares en 2010, ocho años más tarde sus ventas habían caído a $17 mil millones y quedaban “apenas” 700 tiendas abiertas.

Fundada en 1886, Sears nació vendiendo relojes y joyería por catálogo. En 1925 abrió su primera tienda, y por décadas lideró el retail en las principales ciudades de EUA.

Pero los últimos 15 años habían sido muy complicados — y no solamente para Sears, sino para toda la categoría de tiendas departamentales de EUA. Abundaban los titulares en los periódicos alertando los problemas que enfrentaban las grandes marcas departamentales. Desde Macy’s y JC Penney, hasta Saks Fifth Avenue, Neiman Marcus y Nordstorm: analistas y expertos alertaban que los clientes estaban abandonando sus tiendas y que preferían ahora comprar en línea.

En México, el referente entre las cadenas departamentales era — y es — Liverpool. El precio de su acción superó los $229 pesos en 2015, pero para finales de 2018 rondaba los $125 pesos. Seguiría bajando, hasta tocar fondo en la pandemia: $55 pesos. Habría resultado fácil suponer que, al igual que lo que sucedía en el vecino país del norte, la categoría como tal enfrentaría el riesgo de volverse irrelevante.


La historia de las tiendas Liverpool se remonta a 1847, cuando su fundador, Jean Baptiste Ebrard, llegó a México desde Francia y abrió una pequeña tienda en el centro de la Ciudad de México.

En 2008 adquirieron Fábricas de Francia y en 2016 le pagaron a Walmart cerca de $1,000 millones de dólares para quedarse con Suburbia. Al cierre del tercer trimestre de 2022 operaban 123 sucursales de Liverpool y 172 tiendas con el nombre de Suburbia. Las primeras promedian más de 14 mil m2, las segundas alrededor de 3 mil 600 m2.

Miles de millones de pesos

El Puerto de Liverpool tiene actualmente tres divisiones de negocio principales. La más visible son sus tiendas: Liverpool y Suburbia, además de una serie de boutiques y otras marcas, incluyendo tiendas en México de Gap y Banana Republic, Williams Sonoma, Pottery Barn y West Elm. Liverpool es dueña también de 28 centros comerciales — casi 600 mil m2 de locales comerciales, con unos 1,500 clientes y de acuerdo con la propia empresa, más de 100 millones de visitantes cada año.

El tercer negocio — y por mucho, el más rentable — son sus tarjetas de crédito. Al cierre del tercer trimestre del año pasado presumían 6.4 millones de tarjetahabientes, lo que los colocaría como el principal emisor no bancario de tarjetas de crédito en el país. Como contexto: ese número es muy cercano al del número de tarjetas que tienen los principales bancos emisores en este país (Banamex y BBVA). En Liverpool, casi la mitad de las transacciones en sus tiendas se pagan con sus propias tarjetas.

Aunque el negocio de crédito representa solamente el 8% del total de ingresos, contribuye con el 40% de la utilidad de operación

Como toda empresa de retail, hoy la conversación la dominan los temas digitales y la evolución hacia el e-commerce.

Empezaron tarde: en su informe anual de 2017, la palabra ‘digital’ aparece nada más dos veces. Para 2020, el término aparecería en 29 ocasiones diferentes: Liverpool tuvo que depender de sus canales digitales para sobrevivir mientras que sus sucursales permanecían cerradas.

Pero si en 2016 los canales digitales representaron solamente 2.8% del total de las ventas, el año pasado se habrían disparado para superar el 22%. Liverpool tendría un negocio de e-commerce que pasó de vender menos de $2 mil 500 millones de pesos hace seis años, a casi $30 mil millones el año pasado.

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